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¿Hay que temer a los fantasmas?

Doble pez. Piedra caliza, Uruk, Irak

Al hilo de la entrada “Fantasmas (falsas expectativas)" del Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos de Federico González Frías, surge la pregunta de si hay que tenerles miedo a los fantasmas. Como siempre sucede en la Vía Símbólica, la respuesta depende del punto de vista, porque cada cosa tiene una cara luminosa y otra oscura, de la misma forma que "sí" y "no" son aspectos opuestos y complementarios de una misma realidad.

Para tratar el tema del miedo nos referimos ahora al cuento recopilado por los hermanos Grimm de Historia de uno que hizo un viaje para saber lo que era el miedo, conocido también como Juan sin Miedo.(1)

Juan es el hermano tonto, rechazado por todos, incluso por su mismo padre. Lo llaman tonto porque no sabe lo que es el miedo y quiere que alguien le enseñe a tenerlo. Esta necesidad suya lo empuja a la búsqueda, al viaje, y así comienza su peregrinaje hacia lo desconocido. En su camino encuentra a varios personajes: un falso fantasma, un embaucador y siete pobres colgados, pero ninguno consigue darle miedo. Hasta que llega a un castillo de donde nadie ha regresado con vida. El que consiga pasar tres noches allí se casará con la más hermosa doncella que haya visto el sol (símbolo del alma reflejo del Alma, como la pureza de la doncella refleja la luz del sol) y, además, se quedará con el tesoro. Él por supuesto acepta el reto, pero no le importan ni la doncella, ni el tesoro: él quiere tener miedo. ¿Acaso está loco? Pues resulta que sí, está loco como aquel que no tiene nada que perder. No intenta obtener nada; su ingenuidad le hace ver las cosas como son. Por eso las bestias y los monstruos no lo espantan, porque vive en el momento presente y no se preocupa de lo que le puede pasar en el futuro. Con su ingenuidad y su fuerza echa a las sombras de la noche y duerme tranquilo cerca del fuego, que le da luz y calor.

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Claro está que no hay nada que temer, si uno se ubica en el centro de sí mismo, donde nada acontece, ni caben bondad o maldad. Pero hay que observar que en la entrada “Fantasmas (falsas expectativas)", que antes hemos nombrado podemos leer:

Se dice muchas veces – y por algo ha de ser la repetición – que el aprendiz de mago, o artista, debe sopesar y medir prudentemente el significado de los símbolos que se le presentan en su viaje por los grados de conciencia, planos de Conocimiento, o estados del Ser Universal. (2)

Se apela aquí a la Prudencia, y aquí nos detenemos un momento para invocarla. Porque si bien es verdad que, si nos identificamos con el eje central, nada hay que temer, también es cierto que en otro nivel más externo, en el que las cosas están en movimiento, en el mundo de la Ilusión, sí que hace falta mucha cautela. Si bien para emprender el camino del Conocimiento es necesario atreverse y osar, hay que saber que éste está lleno de peligros, sobre todo internos, con los que hay que andar con mucho cuidado.

Así que dejémonos llevar por Necesidad, emprendamos el camino hacia lo Desconocido, dejándolo todo detrás nuestro, pero siempre con los ojos bien abiertos y muy atentos. O incluso armados (Juan lleva un cuchillo, un torno y leña para hacer fuego), con las armas que nos brinda la Vía Simbólica, o sea el Conocimiento de las Ciencias y de las Artes.

Juan no aprende a saber lo que es el miedo hasta el final de la historia, en el que después de una larga búsqueda, lo buscado se halla más cerca de lo que uno pensaba, en este caso en el mismo lecho del buscador, durante el sueño, por mano de aquella doncella que le había sido prometida y con la que finalmente se ha casado. Ella, harta de oírlo recitar la cantinela "¿Quién me enseñará lo que es el miedo?" le echa encima un cubo de agua fría lleno de peces, dándole así un susto de muerte. Símbolo de la disolución y la regeneración (y también de la dualidad con la que hemos empezado esta nota) los peces ponen fin a su viaje, a esta historia, dando así paso a una nueva.

 

Notas

(1) En Hermanos Grimm, La Cenicienta y otros cuentos, Libros del Innombrable, Zaragoza, 1999.

(2) Federico González Frías, Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, entrada:”Fantasmas (falsas expectativas)”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2013




Texto: Margherita Mangini


 

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