Éstos son los estadios por los que desciende la locura poética:
Júpiter toma a Apolo.
Apolo ilumina a las Musas.
Las Musas despiertan y estimulan las almas delicadas e insuperables de los poetas.
Los poetas inspirados inspiran a su vez a los intérpretes.
Finalmente los intérpretes conmueven al auditorio.
No obstante las almas son poseídas por distintas Musas, ya que las almas dependen de diversas esferas y diversos planetas, como se narra en el Timeo: así Calíope es la Musa de la voz, la representante de todas las voces de las esferas. Urania, llamada así por su dignidad de estrella del cielo. Polymnia, dedicada a Saturno ya que guarda la memoria de la antigüedad y muestra un periodo frío y adusto. Terpsichore a Júpiter, saludable al coro de los hombres. Clío a Marte por su ansia de gloria. Melpómene al Sol, puesto que es la templanza del mundo. Erato a Venus por el amor. Euterpe a Mercurio por su honesto placer en asuntos graves. Talía a la Luna por la lozanía mostrada en su humor en todo tipo de vicisitudes. Apolo es el alma, su lira el cuerpo del sol, las cuerdas de aquélla y los movimientos de éste son: el anual, el mensual, el diurno y el oblicuo; sus cuatro sonidos son las neates y la hypate.
Marsilio Ficino: "Sobre el furor divino y otros textos". Edit. Anthropos
"Apolo, Minerva, las Musas y las Piérides en el monte Helicón"
Ilustración del Ovide Moralisé, hc. 1400.París BN
"La locura poética es la posesión del alma debida a las Musas, posesión que habiéndose apoderado de un alma delicada e insuperable, la despierta y la aguijonea a través de cánticos y de la poesía para instruir al género humano".
Platón: "Fedro o del Amor"